El extenso territorio andaluz contiene condiciones medioambientales idóneas para el desarrollo de multitud de productos alimentarios. En la provincia de Granada uno de los productos que se más se trata es la miel. Este manjar que elaboran las abejas a partir del néctar de las flores es indispensable para la vida diaria de muchos, ya decía el escritor Francisco Ayala, a sus 103, que uno de los secretos de su longevidad era la cucharada de miel diaria.
Un alimento sano
La miel es un producto muy sano que ayuda al aparato digestivo y que aporta gran valor energético. Es esencial para la mejora en los resfriados y muy recomendable para personas con reuma, artritis, problemas cardiacos… Los grandes deportistas también la ingieren para ayudar al crecimiento muscular. También es recomendada en dietas, para personas que necesitan de vitaminas e, incluso, para los que padecen insomnio.
Natural y tratada con cuidado.
Otra de las grandes ventajas que tiene es su larga conservación, la miel aguanta años en su bote sin que pierda propiedades o sabor. Es un producto capaz de soportar cualquier clima. Sus componentes son naturales: agua, hidratos de carbono, sales minerales, enzimas y ácidos orgánico, y carece de aditivios o productos artificiales.
La miel granadina es tratada desde los panales hasta el envasado con el máximo cuidado para que no pierda el sabor ni las propiedades. Una miel que se cuida no necesita de aditivos o componentes industriales. Todo producto debe pasar por estrictos controles de calidad visuales y de laboratorio para garantizar que la miel llega a los consumidores en perfecto estado.
La miel de Granada ofrece un fuerte sabor y se puede tomar a cucharadas, utilizar en recetas de cocina, acompañando las infusiones… Su versatilidad viene de su excelente calidad. La miel es un producto que lleva siglos acompañando al ser humano y en Granada se puede encontrar una de las más sabrosas y mejor preparadas del país, buen ejemplo de ello son las distintas empresas que la tratan y comercializan con éxito.
